lunes, 20 de julio de 2009

La importancia estratégica de la articulación asamblearia con el nuevo Congreso Nacional 2010


Por Ramón Navarro (h)

En el último tramo de la reciente campaña electoral legislativa, afloraron a la superficie disparos cruzados entre sectores opositores a la mega minería química.
El frente que lidera Solanas y la Coalición Cívica de Carrió, intercambiaron recíproca y públicamente duras afirmaciones de “oportunismo electoral”, “soberbia por unos votos”, y otras lamentables acusaciones en una puja por posicionarse como “el más creíble” ante el electorado.

Esto es lo último que necesitamos los movimientos sociales. Estamos en plena resistencia nacional a este modelo extractivo, saqueador y contaminante, y exigimos que los espacios políticos que han llevado como consignas principales de campaña la recuperación de los bienes comunes, la autodeterminación popular sobre los mismos, y las denuncias de entrega política a las corporaciones mineras, depongan actitudes fragmentarias.

Es esencial que en estos meses de espera hasta diciembre de 2009, fecha en la que asumirán los nuevos legisladores y se modificará la relación de fuerzas del Congreso, las asambleas ciudadanas y movimientos sociales en lucha encuentren abiertas las vías de articulación más lúcidas con la dirigencia político-partidaria anti mega minera, para ir preparando los acuerdos programáticos con vistas a impulsar modificaciones sustanciales en las normativas de los ’90 que a la fecha siguen entregando y contaminando el país.

Del otro lado, sectores políticos pro mineros y sus socios corporativos, saben que el mapa de fuerzas parlamentario les ha cambiado negativamente, y ya están tomando recaudos y debatiendo urgentemente las distintas estrategias.

Espacios como la UAC, deberán incluir en los tópicos de sus asambleas locales, regionales o nacionales durante estos meses, el debate urgente sobre como articular con la nueva composición parlamentaria, acciones consensuadas de elaboración de normativas alternativas que pongan freno a la batería de leyes que tienen a la Argentina atada de pies y manos.

Para esto es esencial también que los sectores dirigenciales partidarios que se han comprometido a defender los bienes comunes y han sido electos por ello, depongan reyertas y pujas menores por liderazgos o apropiaciones de discursos, y se pongan de una vez a la altura de la lucha de nuestros pueblos.

Nosotros, aquí abajo, somos quienes día a día hemos construido esta red maravillosa de conciencia crítica, y por ello soportamos en los hechos la asimetría brutal de esta lucha, los riesgos físicos, laborales, judiciales y las violaciones a los derechos humanos, que seguramente se incrementarán, precisamente por que el nuevo mapa parlamentario que se avecina, pone en riesgo la “estabilidad y previsibilidad jurídica” que requiere el modelo extractivo de IIRSA y la actividad minera-sojera en Argentina, entre otras calamidades.

Muestras de cómo se reagrupa el sector extractivista, son el recrudecimiento de la represión social, la criminalización de la legítima protesta, las pujas de los Gioja por cambiar a Mayoral, y los planes perversos de avances de manuales mineros en las aulas de nuestros hijos, como el reciente “Docentes en Acción” editado por FOMICRUZ y Cerro Vanguardia, en Santa Cruz o el que está preparando el gobierno de La Rioja.

El alarmante artículo reciente “Los anti mineros y la representación legislativa” de Claudio A. Gutiérrez, Director Ejecutivo de la publicación Prensa Geo Minera (*), resume la “temperatura” de lo que se avecina:

No sé cómo empezar, es algo confuso. No sé tampoco cémo iniciar esta descripción de la realidad política nacional, esa que se presenta para la industria minera, post elecciones.
Si refrescamos la memoria recordaremos que todo comenzó con la institucionalización del «no a la mina» allá por diciembre de 2002, recibiéndose de «autoconvocados por el no a la mina» el 23 de marzo de 2003.
Desde aquella fecha donde se efectuó el plebiscito en la ciudad de Esquel, hasta el presente, han transcurrido seis años y un poco más, este movimiento opositor a la industria minera se convirtió en una expresión multiplicada en otras ciudades del país. La misma fue transitada por un grupo de personas que se caracterizaron por poseer un perfil militante. Sosteniendo una postura inclaudicable. La que despertó interés en grupos políticos y entidades intermedias que siempre están a la caza de nuevas oportunidades que les permita ponerse en fila y si se puede, sumarse activamente a ellas para protestar, organizar, demandar, comunicar su oposición a
determinados ejes de estigmas sociales.
Usted se deberá preguntar que relación tienen las elecciones del pasado 28 de junio, con «los
autoconvocados por el no a la mina». Le voy a responder que mucho.
Lo que se sustentó, y con cierta coherencia en un fenómeno social de repudio a una industria que causa temor más allá de certezas o falsas antinomias, es el dato real de que estas expresiones sociales existen. Tal es así que desde una bandera que decía «no a la mina» con una calavera como símbolo de la consecuencia de la producción minera, esa señal se desparramó por muchas otras comunidades y un buen día, tras los silencios del sector minero oficial y privado, aquella expresión de repudio caló en una vertiente política que sumó su reclamo en forma institucional, programática y ahora legislativa.
Señores mineros, agenden: el 28 de junio nacieron los primeros legisladores anti mineros. Imbuidos como verdaderos caballeros medievales para profundizar, ahora con cartel y representatividad política, a cuanto tema se relacione con la minería.
Quieren debatir y no dan debate. Sustentan el mensaje de entrega de los recursos naturales a multinacionales.
En este tiempo de campaña nadie les contestó, aun los legisladores mineros con empresas mineras; aun los funcionarios mineros con empresas e intereses mineros, no salieron al cruce de cuanto ataque recibió el sector.
Si, existen en actividad funcionarios y legisladores con intereses en empresas mineras y ellos no se defienden de las acusaciones; qué les queda a quienes adhieren al desarrollo minero y no poseen espacio de debate, micrófonos y menos posicionamiento político para contrarrestar: Un panorama muy complicado.
Como el tiempo trascurrido desde Esquel hasta aquí no se puede recuperar, mientras ya nadie se acuerda de los especialistas en comunicación que tanto le costaron a las empresas mineras y nada dejaron en claro, sólo buenas fortunas facturadas en tiempo y forma.
Hay que tomar decisiones. No hay que perder más el tiempo.
Hay muchos pro mineros de vasta trayectoria. Profesionales de cualidades superlativas, que están dispuestos a sumar capacidades en un proyecto común.
Que por sobre todas las cosas necesita ser audaz y valiente.
Estas cualidades son las que exige el adverso panorama que se avizora para el sector minero.
No queda mucho espacio para ser remolones. Tampoco lo hay para quienes desean ganar tiempo para nada y a los postres muestran sus manos vacías, de no ocuparse y de tirar la cuerda hacia el vacío.
El clima político desde diciembre de 2009 no será el mismo para la minería.
O se empiezan a realizar decodificaciones certeras sobre lo que pasa en la sociedad, o no habrá futuro.
Tampoco hay margen para esperar la aparición de algún político iluminado que se vuelque como el defensor de la minería, dado que los preexistentes tienen fecha de vencimiento, y con esa situación, se agrava aun más el panorama para el sector.
No hay que ser ingenuos.
El mundo de los negocios mineros necesita eficiencia, consensos y previsibilidad, para que esto sea posible deberá coexistir una unidad de criterio.
Responder las demandas de la sociedad, dar certezas y separar a los que provocan el clima adverso desde su permanente predica errada, sea intencional o no.
Esto no se soluciona con cambiar funcionarios temporales, contratar buenos comunicadores o mostrarse impolutos. Hay que dejar de lado el egoísmo, estar convencidos de que se puede ser sustentable, pero en serio, abandonar la política de los espejitos de colores y ser pragmáticos.
De lo contrario en diciembre comenzará la hora regresiva del proyecto de país minero que pudo haber sido y que ahora, con representación institucional y legislativa, querrán
evitar a toda costa.
Pino Solanas es un declarado antiminero que ahora posee representatividad legislativa. Cristina F.K. apoyó a la minería aunque más lo hizo hacia Barrick cosa que no es conveniente. Por último, el eterno defensor de la minería, José L. Gioja, uno de los ganadores de las últimas elecciones, presidenciable, pero en su provincia con fecha de vencimiento al no poder ser reelecto.
La minería debe aprender a decodificar la realidad política nacional.
De lo contrario, se avecinan tiempos muy duros y frentes de tormentas que necesitarán buenos timoneles.
El desafío será encontrarlos.
Ahora se me aclaró el panorama, entiendo que es posible construir una minería sustentable, pero responsable y con políticas de Estado claras. Las que permitan garantizar el desarrollo de todo el país, con un pie industrial en la minería, desde donde captar inversiones y generar
riquezas. Es posible esto, sí, pero hay que debatir. Por eso el mensaje final es: no te duermas sector minero, la hostilidad institucional y legislativa está declarada.
http://aygcomunicacion.com.ar/files/prensa%20geo%20minera%20118%20final.pdf

Aprovechemos al máximo este “impasse” hasta el recambio parlamentario real (Marzo de 2010), para estudiar normas, consensuar contenidos, reunir referencias jurídicas, fundamentaciones técnicas, debatir matices y consensuar el cambio efectivo y urgente de toda la normativa vergonzante que hoy tiene a nuestro país de rodillas.
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Ramón Navarro (h)
Asambleas Ciudadanas Riojanas
15 de Julio de 2009

(*) Prensa Geo Minera Edición Especializada en Recursos Naturales - Argentina - Nº 118 Año VIII, Editada por A&G comunicación e imagen.
Claudio A. Gutiérrez: Director Ejecutivo - Desde 1984 ejerce como periodista profesional. Corresponsal en Río Negro de Radio Del Plata, Tiempo Argentino y se desempeñó en “El Porteño”, TV Magazín, América TV y ATC. Fue director de medios gráficos, radio y TV. Jefe de agencia del Diario Río Negro en San Antonio Oeste; fue co-responsable de la campaña de “Conciencia Turística” en Río Negro entre los años 1989-1996 y Jefe de Prensa de Publicidad en Cerro Catedral (1994 – 1996). Entre 1996 y 1998 fue jefe de prensa del equipo de Competición UNIFON - Guillermo Ortelli (campeón del TC 1998 - 1999 2001 y 2002) Jefe de redacción de la Revista Minería en Acción – Coordinador de Capacitación, Acuerdo Banco Mundial BIRF - Secretaría de Minería y Director Periodístico de Prensa Geo Minera. Cuenta con dos Pos grado en Comunicación Institucional (UBA 1996) Comunicación Publicitaria (UBA 1997). Actualmente cursa la Maestría de Periodismo y Comunicación en la Universidad de La Plata. Asesor en Comunicación de la Fundación Padre Koltum, Tandil; Desde 1999 socio activo de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Miembro fundador la Asociación de Comunicadores para el Desarrollo Sustentable; Miembro fundador de la Fundación APORTES, Académicos por Temáticas Sustentables. Asesor en Comunicación de OLAMI Argentina y Asesor en Comunicación del CEPS, Centro de Estudios por la Sustentabilidad y la Universidad Nacional de San Martín.